La verdad que no se por donde comenzar pero hoy quiero compartir lo que Dios ha puesto en mi corazón. Tienes que saber quien eres. Dios llamó a Jacob pero no pudo utilizarlo para el propósito que Él lo creo hasta que Jacob supo que era Israel. Muchos como Esau cuestionaron lo que Dios ha depositado en ti pero es mucho más difícil para Dios utilizarse si tú lo cuestionas.
Muchos de nosotros perdemos el tiempo preocupándonos por lo que los demás piensan de nosotros. Queremos ser valorados, amados, respetados y admirados. ¿Por qué tenemos que basar nuestra identidad y nuestro sentido de autoestima en las opiniones de otros seres imperfectos cuando la opinión de Dios sobre nosotros es la única que realmente importa? La pregunta más importante que podemos hacernos respecto a nuestra identidad es la siguiente: ¿Quién dice Dios que soy?
TRES COSAS QUE TENGO QUE DECIRTE
Dios no puede bendecir lo que Él no ha creado.
Dios no puede bendecir algo que no es su voluntad.
Dios no puede llevarte al otro lado si no haz dejado la identidad del viejo hombre.
SE QUE AHORA MISMO TE PREGUNTA: CÓMO LO HAGO?
Deja de tratar de encajar en lugares para los cuales no fuiste creado para estar.
Para poder ser agente de cambio debes de ser transformado.
Busca tu identidad en Cristo y no la validación de los hombres.
La Biblia contiene las únicas respuestas fiables sobre quiénes somos en Cristo y qué piensa Dios de los que hemos nacido de nuevo.
Dios dice que soy su hijo amado: "Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce". (1 Juan 3:1). Dios no es tímido a la hora de expresar su ilimitado amor por nosotros; afirma repetidamente en las Escrituras que somos nacidos de Dios, sus propios hijos predilectos (Juan 1:12-13; 2 Corintios 6:17-18; Gálatas 3:26; Romanos 8:17; Isaías 43:1).
Dios dice que soy escogido, adoptado en su familia por medio de Jesucristo para ser su hijo para siempre: "Según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de Él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado" (Efesios 1:4-6; ver también 1 Tesalonicenses 1:4; 2:13).
Nunca es tarde para retomar en territorio que el enemigo te robó. LA UNCIÓN ES LEGÍTIMAMENTE TUYA, no importa cuan lejos ha llegado. ERES HIJO DEL REY.
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